Deberán presentar proyectos priorizados para concretarlos en plazos definidos. Algunos funcionarios confían en que podrán superar el desafío con éxito. A otros les está costando "explicar qué harán para ganarse el sueldo", aseguran desde dentro del mismo gabinete.
Tras el desembarco en Mar del Plata de la Red de Innovación Local (RIL), el gobierno municipal comenzó a recibir la visita de funcionarios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para colaborar con la implementación de las nuevas herramientas de gestión que serán utilizadas en la administración pública de Mar del Plata.
Uno de los primeros en llegar fue el jefe de Gabinete de la Dirección de de Evaluación de Gasto porteño, Agustín Cinto, quien además de ocupar un cargo en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta está vinculado con la Red que está asesorando a varios intendentes alineados con el PRO, incentivándolos para que adopten nuevas metodologías de trabajo.
Por eso Cinto conoce en qué consisten los recursos que esta entidad le proveerá a la comuna local y cuáles son los requisitos que deberán cumplir los funcionarios para dar cuenta de su desempeño.
Una de las principales herramientas que está promoviendo RIL es el uso de un tablero de gestión que permita monitorear la evolución de los programas y proyectos pertenecientes a cada una de las áreas del Departamento Ejecutivo.
Cinto, quien ya había estado en Mar del Plata días atrás, regresó este lunes para reunirse con el coordinador del gabinete de Arroyo, el secretario de Salud, Guillermo Blanco y sus pares de Gobierno, Alejandro Vicente y de Planeamiento, Guillermo de Paz.
Los tres parecen ser por ahora los más consustanciados con las novedades que prometen darle a la gestión de Arroyo un rumbo algo más certero que el que exhibió durante estos primeros 4 meses y medio.
A través del asesoramiento de RIL y el apoyo de funcionarios porteños del PRO como Cinto, los más de 80 funcionarios políticos designados por Arroyo deberán explicitar cuáles son sus metas, explicar cómo las cumplirán, definir objetivos y dar cuenta de su nivel cumplimiento de manera periódica.
La idea es que todo eso será monitoreado a través del tablero de gestión, el cual contendrá toda la información que por estas horas está siendo recolectada por los funcionarios para cumplir con su primera consigna de trabajo.
En un plazo relativamente breve, cada responsable de área debería exponer cuáles son sus proyectos y programas prioritarios, indicar quiénes serán sus responsables y explicar cómo y cuándo se los concretará.
Para algunos la tarea está resultando relativamente sencilla. Para otros, un auténtico desafío.
“Este es un gabinete diverso en el que hay personas con capacidad para cumplir con un trabajo de estas características y otras a las que les está costando bastante adaptarse a lo que se les está pidiendo”, admitió ayer ante LA CAPITAL un funcionario del Ejecutivo.
A varios, su inexperiencia en cargos políticos y su nula trayectoria en la gestión les juega en contra, a lo que se le suma la imprevista consigna de tener “qué explicar, casi de un día para el otro, qué harán para ganarse el sueldo”, agregó.
En las últimas semanas algunas dependencias se convirtieron en un hervidero por el afán de sus responsables por encontrar ideas con las cuales alimentar el tablero de gestión.
Hubo quienes encontraron en los proyectos heredados por el gobierno de Gustavo Pulti, una forma de salir del paso con elegancia. Por eso varios proyectos, planes y programas que habían quedado arrumbados en un cajón ahora están siendo desempolvados.
En algunos casos, la situación económica de la comuna atenta contra la expectativa de los funcionarios con escasa iniciativa propia, que ahora se descubren apremiados por los tiempos.
Es que existen proyectos que, por más que figuren en el presupuesto de este año, ya se sabe que no se realizarán. Dentro de los gastos existen múltiples partidas que fueron incluídas “pour la galerie” para las cuales no hay recursos propios y por las que tampoco se gestionó la búsqueda de financiamiento, como era de esperar.
Por eso algunos funcionarios están constatando que para superar con éxito el desafío de mejorar la gestión deberán poner a disposición mucho más que lo que aportaron hasta ahora.